«Sin movimiento no hay liberación. Sin ejercicio no se abren las puertas de la emancipación. Oxigenación, vitamina D y defensa, vasodilatación, descanso, antioxidantes, endorfinas y oxitocina dependen del ejercicio. Revertir la inflamación catabólica y el dolor musculoesquelético puede ser el punto de partida, para luego poder implementar la parte más impactante de la estrategia: ¡el movimiento vigoroso!»
Dr. Javier Galvis